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lunes, 24 de septiembre de 2012

Reflexiones.

           Hemos comenzado con la lectura de 7 historias de casas del siguiente enlace www.historiasdecasas.blogspot.com

De esas 7, elegimos dos y comentamos lo que nos evocó de cada una de ellas:

           CASA EN LÈGE, (Lacaton y Vassal)
El concepto que más me llama la atención sobre esta edificación es el de ‘integrar sin destruir’. Un concepto que hasta hace varios años no parecía considerarse como algo posible, si no nos gusta algo lo echamos abajo y hacemos algo nuevo de nuestro agrado.
Una casa con tal nivel de inmersión en la naturaleza es digna de admirar. La elevación de la misma sobre el terreno y sobre los arbustos de 3 metros de altura, hace que la casa quiera crear una metamorfosis con tan altos árboles, los mismos que se introducen en ella diciendo que esa metamorfosis se puede crear fácilmente sin necesidad de sufrimiento por ninguna de las partes.
La armonía que los arquitectos crean entre la vivienda y el paisaje hace de esta casa un espacio que podríamos definir como ‘in-out’; un espacio que se adentra en la naturaleza y que a su vez hace de envolvente a la misma, promoviendo una simbiosis continua entre arquitectura muerta y naturaleza viva.
El tema de arquitectura ecológica, natural, sostenible,… es un tema en el que concienciarnos y concienciar a generaciones futuras para que la vida tal y como la conocemos sea algo que en un futuro pueda mantenerse.

CASA EN BAIÃO, (Souto de Moura)
           El concepto de naturaleza integrada en arquitectura o, mejor dicho, de arquitectura integrada en la naturaleza, es algo que siempre ha suscitado mi interés. The Baiao House es una clara forma de fusión entre lo artificial y lo orgánico. Además, al igual que en la casa en Lège, vemos un respeto por lo existente, 'añadir en lugar de destruir'.
           Todo esto hace que exista un diálogo continuo entre naturaleza y arquitectura, una congeniación entre estas dos partes tan distintas a priori. Así pues, es muy interesante tal anexión ya que esto da como resultado la aparición de nuevas texturas tanto visuales como táctiles, lo que evoca en nosotros ciertas sensaciones que no serían posibles sin tal unión
           En esta vivienda es tal el grado de aceptación entre naturaleza y arquitectura que la propia casa parece formar parte del terreno, lo que hace que la única fuente de luz y el nexo de unión entre el interior y el exterior sea un gran ventanal en la fachada principal, generando,  desde el interior de la vivienda, una visión del paisaje como si de un cuadro se tratara.
           De este modo, vemos posible una forma de arquitectura que apuesta por el respeto hacia la naturaleza y que hace que sea absurdo el tener que destruir para poder proyectar. 

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